Hoy, 1 de diciembre del 2010, se cumplen 75 años del nacimiento de Allan Stewart Königsberg, más conocido como Woody Allen, director de cine, escritor, actor, dramaturgo, músico, neurótico/paranoico, pero sobre todo, un maestro que dejó plasmado su legado en cintas de 35 mm. uno de los directores más influyentes de los últimos 50 años.
Allen ha participado hasta la fecha en 60 películas, de las cuales ha dirigido 46, un número increíblemente alto, pero que es comprensible, ya que desde 1992 ha dirigido por lo menos una película por año (y, según él, lo seguirá haciendo).
Filmes muy personales que prácticamente retratan su vida y sus principales intereses: las mujeres, las relaciones, las infidelidades, la muerte, la religión judía, Manhattan, el cine, el jazz, el psicoanálisis y el sexo. Aunque también toma influencias de otros grandes maestros del cine como Ingmar Bergman, Federico Fellini y Groucho Marx.
Sin embargo, una de las tantas pasiones de Woody es la música, fanático acérrimo del jazz, es un prodigioso clarinetista que toca seguidamente en pubs y hoteles de su querida Manhattan. Ocasionalmente acude junto a su banda a festivales internacionales de jazz. Su estilo es más pegado al clásico jazz de Nueva Orleans, el dixieland de Jelly Roll Morton, que luego sería reivindicado por Louis Armstrong en los años 40.
A veces me pongo a pensar que tremenda agrupación pudo haber sido si Woody se hubiese dedicado a full a la música en lugar del cine. No importa, la banda es impecable y lo suyo en verdad es el séptimo arte y no el cuarto, aquí un video de una de sus tocadas:
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Woody Allen, ese delgado-neurótico-judío/ateo-maestro del cine... y de la música
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